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Este es un blog de comida. Comida hecha en casa, con los ingredientes que hay en el super…o más o menos al alcance de la mano. Porque la verdad es que para la cocina soy vaga. Aunque me gusta. Como dice mi marido, “si cocinar te lleva más que comer, es un embole”. No se, está bueno cocinar. Cuando hay tiempo. Porque la veradad es que le damos mucho al delivery. Y al restaurant. No es que vaya a dejar de consumir ninguna de las dos cosas (como pudiera indicar el nombre de este blog…). Pero quizás tratar de pasar un poquito más de tiempo en la cocina. Y de paso compartir. Porque eso es lo que están haciendo todos hoy en día, no?

Arizona pasta a la Kansas

Ayer comimos carne, así que hoy nos fuimos para el lado de la pasta. Pasta…pasta…Arizona! Tratamos de acordarnos de los ingredientes…considerando que vamos una vez por semana a Kansas, no debería ser tan difícil, no? Compramos unos penne rigate marca Del Cecco (si lo vas a hacer, hay que hacerlo bien…), morrón, pollo (no habían pechugas de las comunes en el Disco, así que tuvimos que comprar esas que vienen con la columna vertebral y las costillas…divino), queso rallado Quesabores (claro, podrían haber sido los quesos en hebras de La Serenísima…ta, ta ta-tan-tan, ta-ta, ta-ta…) y listo.

Pusimos a hervir una olla grande de agua y mientras me puse a cortar el pollo en cuadraditos (si, eso me tocó a mi). Estrené mi mega cuchillo tipo película de terror que hace meses estaba guardado en el cajón y solo lo usaba mi marido para hacer ceviche. No te explico la diferencia. Los de El Gourmet estarían orgullosos. Bueno, el pollo a la sartén con un poquito de aceite (en serio, solo un par de gotas). Revolvés un poco. Una Buena cantidad de sal. Después un poco de pimienta. Después una cucharadita de té de pimentón (no es que haga falta, pero como es una de las pocas especias que tengo, siempre la uso). Revolver de vuelta. Mi queridísimo marido se encargó de lavar la tabla para que después pueda cortar el morrón. Yo soy vueltera y paranoica y insistí en que se lavara la tabla que se usó para el pollo aunque con total lógica el dijo que después iba a estar todo mezclado en la sartén (como quien dice que tal cosa y tal cosa no pega pero igual se mezcla todo en el estómago…bueno).

Corté en cuadraditos (de los más pequeños que me salieron en mi vida gracias a mi nuevo cuchillo…ya soy fan) y adentro de la sartén.

El microondas tiene mil funciones que nunca usé ni voy a usar, pero el timer realmente es muy útil. Así que al hervir el agua, puse los fideos a hervir por 13 minutos (uno menos de lo indicado por los amigos de Del Cecco dado que después íbamos a sartenear todo).

Ah, la crema! Una vez mas o menos cocido el pollo (y previo paso de mi marido para cortar mas a fondo mis cuadraditos, que le parecieron muy grandes – si, se rayó la sartén…) agregué mas o menos un cuarto de pote de crema. La pasta de Kansas me encanta pero me parece demasiado pesada, así que no quería excederme con este ingrediente. Mezclar. Entre pitos y flautas, llegó a un hervor la salsa de pollo (y ya empezaba a tomar un lindo color rojizo). Así que apagué el fuego y la tapé. A descansar!

Tuve que revolver bastante los fideos porque a pesar del aceite y la olla de teflón, se pegaban. Además un poco por la ansiedad… porque los minutos en el microondas pasaban muy lentamente. Cuando finalmente sonó el piribipipí del micro, mi marido se encargó de la parte dura y coló los fideos (en dos partes, porque el colador es chico) y pusimos la mitad aproximadamente devuelta en la olla.

A eso le agregamos toda la salsa y revolvimos. Un poco del queso rallado Quesabores. Revolver más. Y más o menos después de un minuto, al plato!

Ah, a todo esto, mi marido insistía que el de Kansas tenía cilantro (le copa el cilantro) así que a su plato le agrego eso. No quedaba mal, pero yo había comido cilantro hace 24 horas y no tenía más ganas. Además juro que el Arizona de Kansas no tiene cilantro, así que no iba a ceder.

Que le faltaba?

Y…al final, le hubiera puesto un poco más de crema. Hubiera elegido un penne un poco más chico (el de Del Cecco era medio grande…había que cortarlo…si, ahora mismo están por matarme los tanos) y bueno, nada más. Ah, lo mandé devuelta al micro por casi un minuto porque a mi gusto estaba un poco frío. Pero después de eso, espectacular.